Se ubica a los pies de una colina que por siglos ha conservado su nombre huilliche: Millantuy. Para algunos esta toponimia da rastro de haber sido un lugar sagrado. Un lugar de ceremonias ancestrales. “Milla” dicen significa oro, y “Antu” es sol. Un luminoso sol de oro huilliche era el lugar donde se ubica el cementerio católico de Castro donde están las tumbas de los Alarcón, Pérez, Subiabre, Cárcamos, García, Velásquez, Ballesteros, Barría; los apellidos que en herencia dejaron los conquistadores que llegaron al sur del sur donde la Tierra se rompió en pedazos.
TUMBA BARRIA OVALLE
Esta sepultura construida en la década del sesenta, durante años recreó en su interior un dormitorio con dos camas que eran el sepulcro del matrimonio Barría – Ovalle, camas con frazadas, en el suelo choapinos que la humedad del clima fueron envejeciendo, veladores de madera, lámparas, en un mueble una antigua radio a tubos, cortinas, en las paredes cuadros con fotografías, del techo colgaba una ampolleta sin electricidad que otorgara luz a ese dormitorio que en un cementerio permitía hacer sentir que los difuntos continuaban su sueño eterno en el mismo dormitorio del que fuera su hogar terrenal.
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