Permanecen durante días o semanas en la vitrina de un negocio mirando la gente pasar, y a veces detenerse a verlas, sacar una fotografía y continuar su vida sin darse cuenta que ellas allí permanecen esperando conquistar la amistad de alguna niña de pocos años para ser la compañera de juegos imaginarios, o despertar la imaginación de alguna joven que busca algo original para adornar su dormitorio o pieza de estudio. Puede alguna señora, dueña de casa, se detenga frente a la vitrina para ser capturada por esa sonrisa de juguete para dejarla adornar la cocina y quedarse entre la sal, el azúcar, la yerba mate, el comino y otros condimentos.

Calle Blanco, mayo 2009.
sábado, 25 de abril de 2009
LAS MUÑECAS DE CALLE BLANCO
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario